13 jun 2011

Nada, yo no quiero nada



Afuera hay algo que parece tragarse todo y no es la niebla. Evito salir, sobre todo de día. Me paso las noches sentada en el living, entablando mudas conversaciones conmigo misma. Dejo la tv encendida y sin volumen sólo para ver algo moverse cerca de mí, aunque no sea en la misma dimensión. Así es cada noche, y cada día es como un año perdido. Adentro es el silencio lo que se traga todo. Más allá el resto duerme, estudia, se divierte, ama, hace algo. Yo aquí aprendo a vivir en el frío, practico la inercia y me sale bien. Quizás son los colores los que no combinan conmigo o todo es demasiado claro, demasiado crudo para dejarme dormir. Miro la pantalla en blanco pensando en escribir algo y no escribiendo nada. Creyendo que espero algo y no esperando nada. Sin querer creer en nada y no creyendo en nada, viviendo en pausa, perdiendo las ganas, quedándome lejos, omitiendo palabras, perdiéndome en el tiempo no queriendo nada.


3 comentarios:

Greensleeves dijo...

Me he acordado lo que normalmente me dices cuando te preguntó: Qué estás haciendo? A lo cual ,casi siempre, me respondes con un Nada.

Nada puede estar siempre en movimiento,pero tampoco inmóvil.
Ya avanzaras.

Anónimo dijo...

Odio vivir en pausa, que por desgracia he pasado una etapa así hasta hace poco y espero que todo me vaya ya mejor. Y espero que a ti también. Que es pausa no se prolongue demasiado. Un beso. :)

Ada (sin h) dijo...

Greensleeves:
Nada es un verbo que puede y suele tomar muchas formas, todas ellas, igualmente insípidas.

Li..*:
Esperemos que nuestra pausa sirva para algo mejor :)